perro y cuadrado rojo 1996
Perro y Cuadrado Rojo, 1996

Ser un outsider es estar un poco al margen del mundo mundial, mientras buscas conectar con alguna cosa que está un poco más allá. La vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes, decía John Lennon. Es verdad, si te obstinas en vivir sin cuestionar puedes acabar creyendo que el homo sapiens sabe alguna cosa, que los poderosos son listos – son increíblemente estúpidos – y que los religiosos tienen las llaves del Reino. En el mejor de los casos te manejas mal que bien entre estas dos concepciones antagónicas de la existencia.

Un poco críptico, pero es lo que hay.

Ser un artista outsider significa también desconectar del éxito, y eso es muy raro.

Los artistas que triunfan en vida raras veces son los buenos. Picasso y Chillida son excepciones. Vermeer no fue el mejor pintor de su tiempo, si nos atenemos a las crónicas de su época. Van Gogh no vendió un cuadro en su vida. ¿Quiénes son los mejores artistas de nuestro tiempo? A decir de los expertos (basta con oírles hablar para recelar, pero en fin, controlan el mercado) son Anish Kapoor, Richard Serra, Miquel Barceló y Jeff Koons. No lo son. Os lo dice un outsider con poca credibilidad, pero es lo que hay.

Y no es que no haya otros. He visto exposiciones memorables en Ventalló (Udaeta, en la Galería Trece, en 2002), Londres (un realista mágico-surrealista de la Escuela de Nosédónde, una ciudad alemana, ¿Frankfurt?), Zurich (un suizo que pintaba hombrecillos y mujercillas colocados en alacenas, y un alemán expresionista que editó un catálogo que todo él es una obra de arte) y Nueva York (un minimalista de una elegancia asombrosa); pero no recuerdo sus nombres, porque no los tenían, fuera de su entorno más próximo. Y yo soy muy malo para recordar nombres, y demasiado perezoso para buscar los catálogos que sin duda compré.

La Historia del Arte de nuestro tiempo se está escribiendo ahora mismo, en cualquier lugar, menos donde nos dicen que está.

Es lo que hay.

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